Si hay alguna etapa de la vida de una mujer cuando necesita conectar con su cuerpo y ser capaz encontrar equilibrio en su interior, esa es el embarazo. Y una de las actividades que más puede abonar para lograrlo es el yoga prenatal.

¿Qué es el yoga prenatal?

El yoga como tal es una disciplina que viene de la India, pero que desde hace muchos años se ha ido adaptando en varias maneras para ser más accesible a un público más amplio. El yoga prenatal es una adaptación que toma en cuenta los cambios físicos y emocionales particulares que el embarazo conlleva para que su práctica sí traiga los beneficios que se buscan pero minimizando cualquier riesgo.

En el yoga prenatal se realizan algunas posturas y secuencias dirigidas a aliviar algunas molestias el dolor de espalda (en la zona lumbar o cervical), las migrañas, la fatiga, el estrés; pero además ayuda a mejorar los niveles de energía, aumenta la movilidad en las caderas y se enfoca en la importancia del suelo pélvico. A todo ello también contribuye la practica de ejercicios de respiración y los principios para meditar que acompañan al yoga.

¿En qué más me ayuda el yoga prenatal?

El yoga prenatal ha ganado terreno como una práctica que es una buena opción para casi todas las mujeres embarazadas haciéndolas sentir más dueñas de sí mismas, más activas y más sanas. Es que el yoga prenatal suele ayudar a hacer más llevaderos los malestares como las náuseas, el dolor de espalda y los calambres en las piernas, así mismo contribuye a un mejor control de la presión arterial, por tanto, se evita el riesgo de presión alta —la preclamsia es una de la complicaciones más riesgosas—, también ayuda tener un mejor descanso. A la vez, ayuda a evitar la depresión y la ansiedad que pueden darse en esta etapa.

El yoga contribuye a hacernos más conscientes del propio ser, y en el caso del embarazo, se extiende a conectar con el bebé, afianzando el vínculo emocional y psicológico. Es un espacio y un tiempo en que el mundo entero puede desaparecer de tu alrededor y sólo estar tú y tu bebé en armonía.

Todo lo anterior, también contribuye a estar mejor preparadas en cuerpo y mente para el momento del parto. Es que tener los músculos más flexibles y fuertes, así como haber asimilado técnicas de respiración, meditación y control de las emociones sin duda permiten que el dolor de las contracciones se pueda manejar de manera más adecuada.

Es importante subrayar que las mujeres que ya llevan mucho tiempo practicando esta disciplina pueden por sí mismas ir seleccionando o adaptando de las muchas modalidades de yoga para cuidarse y cuidar a su bebé. Sin embargo, el yoga prenatal es lo más recomendable incluso para ellas. Y si eres nueva en esta disciplina, pero quieres tener todos beneficios para ti y para tu bebé que el yoga prenatal da, debes verificar previamente con el médico ginecólogo que no haya ninguna contraindicación para practicarlo.