Desde que la bicicleta apareció por allá del siglo XIX, se ha usado tanto para diversión, como para cuestiones laborales, y también como parte de las opciones de actividad física. Es una de las más populares y por eso se han derivado diversas formas de usarla para mejorar la condición física.

Las bicicletas fijas surgieron como una opción para tener los beneficios del movimiento pero en espacios cerrados pues las grandes ciudades podrían resultar complicadas para andar libremente. De ahí se evolucionó al spinning que planteó un uso más intenso y retador adaptando las bicicletas fijas con algunas características de las bicis de montaña… y luego llegó el indoor cycling.

El indoor cycling parte de lo que se hacían en el spinning que lo hacen una experiencia todavía más inmersiva e intensa al agregar elementos como música vibrante y energizante, se hace un lugar oscuro pero con juego de luces dignos de los mejores espectáculos, y la motivación de entrenadores que guían para cumplir con los movimiento coreografiados y acordes con el recorrido cuya duración es de aproximadamente 45 minutos.

¿Qué pasa en el cuerpo con este tipo de ejercicio?

Todo lo que ocurre durante las sesiones de indoor cycling es muy emocionante, pero además, lo que ocurre en el cuerpo durante su práctica es fascinante. Como se trata de un ejercicio de nivel moderado pero con duración, el cuerpo empieza utilizando las reservas de glucógeno para contar con la energía requerida, y luego usa la grasa acumulada para mantener el rendimiento.

Mentalmente, ese momento en que la energía “rápida” de los hidratos de carbono (glucógeno) se acaba y se debe pasar a la quema de reservas de grasa es cuando sueles sentir esas ganas de abandonar el ejercicio, porque te quedas sin energía; y sólo si sigues logras entrar a la siguiente fase. Por eso, estar en un ambiente con estímulos como música, luces y palabras de ánimo del entrenador hacen más fácil continuar. Por eso, el indoor cycling es tan atractivo y trae beneficios a la salud.

¿Cuáles son los beneficios?

El indoor cycling, como se puede ver, es positivo para la quema de calorías durante una sesión, llegando incluso a 600. Pero esta se aumenta porque favorece la ganancia de músculo y con ello hay más gasto calórico en reposo.

El trabajo en la musculatura logra que se incremente la resistencia de los tendones y las articulaciones del cuerpo, así como fortalecer los hueso. Es benéfico para prevenir o mejorar la celulitis y las várices.

Ayuda también a la salud cardiovascular, es decir, a mantener la presión arterial adecuada, así como estimular al corazón y favorece la oxigenación.

La liberación de endorfinas que se da en el cuerpo en las sesiones es muy alta, lo cual reduce el estrés y se experimenta una sensación de bienestar y satisfacción. A la par, hay que subrayar que al hacerse en grupos, hay oportunidades de socializar, así como de recibir apoyo de los demás participantes, y la interacción es saludable, eso impulsa también la autoestima.

El indoor cycling sí debe ser practicado en un gimnasio, lo cual puede se considerado una desventaja, pero también permite que se pueda hacer sin importar las condiciones climáticas. Por otra parte, muchas veces los aparatos de los gimnasio suelen resultar intimidantes, en cambio, una clase donde hay un entrenador que te guía, te anima y te reconoce puede ser una gran opción.